Obispo R. Walker envió memorándum a las parroquias por el coronavirus

Obispo R. Walker

Obispo R. Walker

Redacción
LA PRENSA

A medida que las preocupaciones aumentan con la propagación del coronavirus - COVID-19, el obispo R. Walker Nickless de la Diócesis de Sioux City abordó el tema con un memorándum a los sacerdotes y diáconos de su diócesis, relacionado a la celebración de la liturgia; antes de las misas del pasado fin de semana.

Si bien es cierto que el 22 de enero se distribuyó un memorando al clero diocesano, relacionado a las medidas a tomar por la gripe y las enfermedades relacionadas, el obispo dijo que el reciente enfoque en los brotes de coronavirus ha generado una preocupación sobre las prácticas litúrgicas y la asistencia a misa.

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos también ha distribuido información relacionada con celebraciones litúrgicas y preocupaciones de salud pública, que el Obispo Nickless compartió con el clero diocesano, así como un memorando de Catholic Mutual Insurance sobre preparación para epidemias, pandemias y brotes.

"Ambas notas abordan cuestiones relacionadas con las preocupaciones relacionadas con la salud y sus implicaciones para nuestras liturgias públicas y programas parroquiales", expresó el Obispo Nickless. "Especialmente alentamos a que sean más cuidadoso con respecto al lavado de manos como una práctica preventiva, particularmente con cualquier persona involucrada en la distribución de la Sagrada Comunión, la visita a los enfermos confinados en sus hogares y centros de atención como los hospitales".

En el memorando a los sacerdotes y diáconos, el obispo dijo que en este momento se niega a declarar una directiva global para todas las parroquias, pero que se debe usar el juicio local, similar al utilizado en la temporada de gripe.

"Los expertos no están de acuerdo con respecto a cómo cambiará y se desarrollará la situación actual", manifestó el Obispo Nickless. “Lo que reafirmo es que es el llamado del pastor. Si un pastor siente que debido a la amenaza de una enfermedad contagiosa, necesita suspender la copa de la Comunión por un período de tiempo indefinido, tiene todo mi apoyo.”

El memorándum de USCCB incluye medidas de precaución que podrían aplicarse, como suspender la distribución de la Comunión por medio del cáliz, así como suspender el intercambio del saludo de la paz, o hacerlo sin extender la mano para evitar el contacto físico.

Las parroquias de la diócesis de Sioux City han suspendido la distribución tradicional de la forma de la Eucaristía mediante el cáliz y el intercambio del signo de la paz al estrechar la mano, durante la temporada de gripe o los brotes locales de gripe. Algunas parroquias también se han sumado a dichas medidas.

"Obviamente, los feligreses que están enfermos no deben de sentirse obligados a asistir a misa, y cualquier persona que detecte síntomas o sospeche la aparición de una enfermedad debe ser alentada a ejercer su mejor juicio sobre la misa y los eventos parroquiales", dijo el obispo Nickless.

El obispo señaló que el memorando de USCCB manifiesta que, si la amenaza se vuelve grave, los obispos diocesanos pueden otorgar una dispensa general del deber del cristiano de asistir a la misa dominical o incluso suspender las celebraciones públicas de la liturgia, incluida la misa.

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Bishop R. Walker sent memorandum to the parishes for the coronavirus

LA PRENSA

As concerns increase with the spread of the coronavirus - COVID-19, Bishop R. Walker Nickless of the Diocese of Sioux City addressed the issue with a memorandum to the priests and deacons of his diocese, related to the celebration of the liturgy ; before the masses of last weekend.

While it is true that on January 22 a memorandum was distributed to the diocesan clergy, related to the measures to be taken for influenza and related diseases, the bishop said that the recent focus on coronavirus outbreaks has raised concerns about practices liturgical and Mass attendance.

The United States Conference of Catholic Bishops has also distributed information related to liturgical celebrations and public health concerns, which Bishop Nickless shared with the diocesan clergy, as well as a Catholic Mutual Insurance memorandum on preparedness for epidemics, pandemics and outbreaks.

"Both notes address issues related to health-related concerns and their implications for our public liturgies and parish programs," Bishop Nickless said. "We especially encourage them to be more careful with regard to handwashing as a preventive practice, particularly with anyone involved in the distribution of Holy Communion, visiting sick people confined to their homes and care centers such as hospitals."

In the memorandum to priests and deacons, the bishop said that at this time he refuses to declare a global directive for all parishes, but that local judgment should be used, similar to that used in the flu season.

"Experts disagree about how the current situation will change and develop," Bishop Nickless said. “What I reaffirm is that it is the pastor's call. If a pastor feels that because of the threat of a contagious disease, he needs to suspend the Communion Cup for an indefinite period of time, he has all my support. ”

The USCCB memo includes precautionary measures that could be applied, such as suspending the distribution of Communion through the chalice, as well as suspending the exchange of the greeting of peace, or doing so without extending the hand to avoid physical contact.

The parishes of the diocese of Sioux City have suspended the traditional distribution of the form of the Eucharist through the chalice and the exchange of the sign of peace by shaking hands, during the flu season or local flu outbreaks. Some parishes have also joined these measures.

"Obviously, parishioners who are sick should not feel obliged to attend Mass, and anyone who detects symptoms or suspects the appearance of an illness should be encouraged to exercise their best judgment on Mass and parish events," said the Bishop Nickless.

The bishop noted that the USCCB memo states that, if the threat becomes serious, diocesan bishops may grant a general waiver of the Christian's duty to attend Sunday Mass or even suspend public celebrations of the liturgy, including Mass.