Gobernadora de Iowa firma ley

 

Opinión

 

Lorena López Altamirano
editor@laprensaiowa.com

La gobernadora de Iowa Kim Reynolds firmó una nueva ley contra la comunidad de migrantes el pasado 10 de abril del presente año, que otorga autorización a los agentes de policía de los diferentes departamentos para que pregunten, detengan y deporten a las personas que se encuentran en el estado sin la adecuada autorización legal de permanencia en el país. 

Según lo dicta la nueva legislación, las personas que principalmente se verán más afectadas son las que tengan una orden de deportación pendiente, o que tengan un historial de deportación y que hayan regresado de forma irregular a los Estados Unidos serán acusados, y deportados por cometer un crimen al estado.

 
 

La ley entrará en vigor el primero de julio del presente año.

Según la ley, una vez que las personas sean arrestadas, tendrán dos opciones: salir del país por la orden de un juez, donde el juez ofrecerá el medio de transporte para que la persona abandone el país bajo la supervisión de un agente de la policía o un agente del estado. La ley también asegura que las personas que se resistan a la decisión del juez, pueden recibir cargos más severos.

Si bien es cierto, que la nueva ley obliga al estado de Iowa a facilitar el trasporte al país de origen de la persona afectada, la deportación no deja de ser un proceso federal, por lo que la nueva ley podría enfrentar diferentes impugnas legales, como la SB4 de Texas que actualmente se encuentra estancada en la Corte Suprema tras ser impugnada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

Inconstitucional o no, la verdad es que la nueva ley trae muchas preocupaciones a algunos jefes de  Departamentos de la Policía del estado que por años han trabajado arduamente para ganarse la confianza de sus residentes, ya que con la nueva ley, las personas más vulnerables como las víctimas de tráfico humano, violencia doméstica, explotación laboral y sexual no van a tener la confianza de hacer denuncias por temor a las consecuencias de la nueva ley, y los victimarios van a continuar saliéndose con la suya. 

 

Translation

 

Opinion

Iowa governor signs law

 
 

Lorena López Altamirano
editor@laprensaiowa.com

Iowa Governor Kim Reynolds signed a new law against the migrant community on April 10 of this year, which grants authorization to police officers from different departments to question, detain and deport people who are in the state without adequate legal authorization to remain in the country.

As dictated by the new legislation, the people who will mainly be most affected are those who have an outstanding deportation order, or who have a history of deportation and who have returned irregularly to the United States will be charged, and deported for committing a crime to the state.

The law will come into force on July 1 of this year.

According to the law, once people are arrested, they will have two options: leave the country by order of a judge, where the judge will provide transportation for the person to leave the country under the supervision of a police officer or a state agent. The law also ensures that people who resist the judge's decision can receive more severe charges.

While it is true that the new law obliges the state of Iowa to facilitate transportation to the country of origin of the affected person, deportation is still a federal process, so the new law could face different legal challenges, such as Texas SB4 which is currently stalled in the Supreme Court after being challenged by the United States Department of Justice.

Unconstitutional or not, the truth is that the new law brings many concerns to some heads of state Police Departments who for years have worked hard to gain the trust of their residents, since with the new law, the most vulnerable people such as Victims of human trafficking, domestic violence, labor and sexual exploitation will not have the confidence to make complaints for fear of the consequences of the new law, and perpetrators will continue to get away with it.